El
director de cine venezolano Haik Gazarian recibirá el premio Oscar por
logros científicos y de ingeniería el próximo 2 de marzo, en la
ceremonia de entrega de los galardones más prestigiosos de Hollywood,
junto con su equipo de “Flying cam”.
Guía de operaciones de la compañía desde 1989, el cineasta nacido en Caracas, director del largometraje Venezzia (2009) conversó con PANORAMA desde Caracas, a través del hilo telefónico, y reveló cómo se prepara para recibir la afamada estatuilla.
—¿Cómo reaccionó cuando supo que ganó el Oscar?
—Estaba en Medellín pasando el Año Nuevo con la familia de mi esposa y recibí el correo y la notificación la semana pasada. En diciembre creía que no lo habían considerado. El 1 de enero pegué un brinco enorme y un grito, al recibir el correo electrónico con la noticia. Automáticamente llamé a mis colegas en Bélgica y otros que están en Hong Kong. Se lo dejé saber a todos sin importar la hora.
—¿Ya se compró el esmoquin para la ceremonia?
—El esmoquin lo tengo, pues lo tuve que comprar cuando asistía a los festivales de cine con mi película Venezzia. Ya no me preocupo, no tengo que alquilar uno. ¡Lo tengo desde esa época! Creo que lo compré en Hong Kong. Me midieron en el hotel y de un día a otro, lo hicieron.
—¿Qué es el Flying cam?
—El flying cam es un drone (vehículo aéreo no tripulado) que hace tomas aéreas para largometrajes, eventos de televisión en vivo y otros, que permite tomas y movimientos de cámara programados. Esta tecnología la recogimos de la parte militar, del uso de drones con rutas y planes de vuelo programados. Nosotros lo integramos a una cámara de cine. Es operada por un equipo de cinco personas: el piloto, el camarógrafo, el operador de telemetría, el asistente técnico y el director de operaciones, que es mi rol.
—¿En qué consiste su rol en el equipo?
—Mi trabajo consiste en que, cada misión que hacemos, porque así llamamos y tratamos a los rodajes, me comunico con los operadores para que toda esa parte sea fluida, desde el primer contacto con el director o director de fotografía, hasta el momento en el que están en el set para realizar la toma.
—Ha tenido la oportunidad de participar en varias películas, ¿cuáles destaca?
—Con el Flying cam 3, que fue el del premio, empezamos con la película Oblivion, filmada en Baton Rouge. Después pasamos a “Skyfall” y rodamos en Estambul, y de ahí a París con Los pitufos 2. También Harry Potter y El código Da Vinci, entre muchas otras.
—En 2009 estrenó su largometraje Venezzia, ¿qué otra historia contará en la gran pantalla?
—Ganamos 24 premios con “Venezzia”. ‘El vuelo del turpial’ es mi próximo largometraje. No te puedo dar detalles porque estamos empezando, pero pronto diremos de qué se trata. Llevaremos a un nivel más alto todo lo que hicimos con “Venezzia”.
—¿Cuáles son las principales innovaciones que ha aportado el Flying cam al cine?
—Una de las cosas más vanguardistas que hicimos fue en “Oblivion”. El Flying cam, con uno de sus sensores, le otorgó al departamento de efectos visuales de esa cinta unos planes y movimientos de vuelo que luego ellos utilizaron para adherirse a esa data y poder generar gráficos que fueron reales.
—¿Qué viene para este 2014?
—Hace un mes y medio terminamos Transformers 4, con el director Michael Bay. La familia de James Bond, con la que ya tenemos cuatro largometrajes trabajando, nos solicitaría para su próximo filme. También viene algo más de ciencia ficción.
—¿Qué es lo que más le emociona de su trabajo como director de operaciones del equipo?
El primer contacto con el estudio, con la gente de efectos visuales. Las primeras reuniones, sobre todo con los proyectos que nos contactan desde el principio, porque podemos aportar ideas. También apagamos fuegos. Damos soluciones a problemas que en algún momento llega a tener la producción de una película para realizar una toma. Lo hacen de una manera y al final terminan llamándonos a nosotros. Ahí sale el equipo corriendo.
—Usted nació en Caracas, ¿dónde reside ahora?
—Bueno, te cuento que el año pasado lo viví prácticamente en un avión (risas). Recién me casé con una bellísima colombiana. Estamos viviendo actualmente en Los Ángeles.
FUENTE: PANORAMA
Guía de operaciones de la compañía desde 1989, el cineasta nacido en Caracas, director del largometraje Venezzia (2009) conversó con PANORAMA desde Caracas, a través del hilo telefónico, y reveló cómo se prepara para recibir la afamada estatuilla.
—¿Cómo reaccionó cuando supo que ganó el Oscar?
—Estaba en Medellín pasando el Año Nuevo con la familia de mi esposa y recibí el correo y la notificación la semana pasada. En diciembre creía que no lo habían considerado. El 1 de enero pegué un brinco enorme y un grito, al recibir el correo electrónico con la noticia. Automáticamente llamé a mis colegas en Bélgica y otros que están en Hong Kong. Se lo dejé saber a todos sin importar la hora.
—¿Ya se compró el esmoquin para la ceremonia?
—El esmoquin lo tengo, pues lo tuve que comprar cuando asistía a los festivales de cine con mi película Venezzia. Ya no me preocupo, no tengo que alquilar uno. ¡Lo tengo desde esa época! Creo que lo compré en Hong Kong. Me midieron en el hotel y de un día a otro, lo hicieron.
—¿Qué es el Flying cam?
—El flying cam es un drone (vehículo aéreo no tripulado) que hace tomas aéreas para largometrajes, eventos de televisión en vivo y otros, que permite tomas y movimientos de cámara programados. Esta tecnología la recogimos de la parte militar, del uso de drones con rutas y planes de vuelo programados. Nosotros lo integramos a una cámara de cine. Es operada por un equipo de cinco personas: el piloto, el camarógrafo, el operador de telemetría, el asistente técnico y el director de operaciones, que es mi rol.
—¿En qué consiste su rol en el equipo?
—Mi trabajo consiste en que, cada misión que hacemos, porque así llamamos y tratamos a los rodajes, me comunico con los operadores para que toda esa parte sea fluida, desde el primer contacto con el director o director de fotografía, hasta el momento en el que están en el set para realizar la toma.
—Ha tenido la oportunidad de participar en varias películas, ¿cuáles destaca?
—Con el Flying cam 3, que fue el del premio, empezamos con la película Oblivion, filmada en Baton Rouge. Después pasamos a “Skyfall” y rodamos en Estambul, y de ahí a París con Los pitufos 2. También Harry Potter y El código Da Vinci, entre muchas otras.
—En 2009 estrenó su largometraje Venezzia, ¿qué otra historia contará en la gran pantalla?
—Ganamos 24 premios con “Venezzia”. ‘El vuelo del turpial’ es mi próximo largometraje. No te puedo dar detalles porque estamos empezando, pero pronto diremos de qué se trata. Llevaremos a un nivel más alto todo lo que hicimos con “Venezzia”.
—¿Cuáles son las principales innovaciones que ha aportado el Flying cam al cine?
—Una de las cosas más vanguardistas que hicimos fue en “Oblivion”. El Flying cam, con uno de sus sensores, le otorgó al departamento de efectos visuales de esa cinta unos planes y movimientos de vuelo que luego ellos utilizaron para adherirse a esa data y poder generar gráficos que fueron reales.
—¿Qué viene para este 2014?
—Hace un mes y medio terminamos Transformers 4, con el director Michael Bay. La familia de James Bond, con la que ya tenemos cuatro largometrajes trabajando, nos solicitaría para su próximo filme. También viene algo más de ciencia ficción.
—¿Qué es lo que más le emociona de su trabajo como director de operaciones del equipo?
El primer contacto con el estudio, con la gente de efectos visuales. Las primeras reuniones, sobre todo con los proyectos que nos contactan desde el principio, porque podemos aportar ideas. También apagamos fuegos. Damos soluciones a problemas que en algún momento llega a tener la producción de una película para realizar una toma. Lo hacen de una manera y al final terminan llamándonos a nosotros. Ahí sale el equipo corriendo.
—Usted nació en Caracas, ¿dónde reside ahora?
—Bueno, te cuento que el año pasado lo viví prácticamente en un avión (risas). Recién me casé con una bellísima colombiana. Estamos viviendo actualmente en Los Ángeles.
FUENTE: PANORAMA